Sabemos que un arreglo florar puede alegrar cualquier espacio, pero mantenerlo fresco podría ser un desafío. Aquí te dejamos 5 consejos prácticos para cuidad adecuadamente de nuestros arreglos.
Las flores son sensibles al calor y a la luz directa del sol. Para prolongar su frescura coloca el arreglo en un lugar fresco alejados de la luz directa del sol o cerca de aparatos que generen calor.
El agua limpia es esencial para mantener las flores frescas. Reemplázala cada dos días y asegúrate de enjuagar bien el florero antes de llenarlo de nuevo. Usa agua a temperatura ambiente y, si es posible, agua destilada o filtrada para evitar la acumulación de minerales.
Cada vez que cambies el agua, corta un par de centímetros de los tallos en un ángulo de 45 grados, esto permite que el tallo absorba mejor el agua. Siempre utiliza tijeras de podar.
Las flores y hojas marchitas deben retirarse del arreglo, ya que liberan gases que pueden afectar a las demás flores, acelerando su marchitamiento.
Las frutas emiten un gas llamado etileno que puede acelerar el envejecimiento de las flores. Si tienes un arreglo en la cocina o comedor, procura mantenerlo alejado del recipiente con frutas para que no afecte su frescura.